"Drácula: La Historia Jamás Contada" es un filme dirigido por Gary Shore, siendo éste su primer largometraje, y protagonizado por Luke Evans, Dominic Cooper y Sarah Gadon.
Esta cinta narra la vida de Vlad Tepes "El Empalador" (Luke Evans) antes de que se convirtiera en el personaje que todos conocemos como Drácula.
La película nos introduce en el pasado de Vlad y nos dice que solía ser un líder militar muy temido en el ejercito turco que fue llevado ahí desde niño para servir al sultán. Años después, Vlad regresa a Transilvania y reina como príncipe en paz, pero los turcos regresan demandando que les entreguen 1,000 niños, incluyendo a su hijo. El futuro vampiro se niega e inicia una guerra contra los turcos que sabe que no podrá ganar, entonces va en busca de un poder oscuro que le permita defender a su pueblo y a su familia pero por un precio muy alto, y a partir de eso, tenemos nuestra película.
Creo que puedo empezar esta reseña diciendo que las actuaciones son buenas, sobre todo la de Luke Evans (Vlad), que nos entrega una interpretación profunda del Príncipe de las Tinieblas. La actuación y caracterización de Charles Dance (Game of Thrones) como el vampiro en la cueva es sumamente aterradora y se roba todas las escenas en las que sale, aunque cabe mencionar que algunas de sus intenciones no se entienden muy bien.
La cinta es muy entretenida y tiene escenas de acción bastante buenas y una que otra escena que asusta a la audiencia por medio de sangre, brazos cortados, decapitados y las mismas transformaciones de Drácula, lo que se agradece después de haber tenido en la pantalla grande a vampiros como los de “Crepúsculo”. Aquí nadie brilla y eso ya es ganancia para todos los espectadores.
Los efectos especiales son bastante buenos y juntándolos con la fotografía logran un ambiente bastante adecuado. Aun cuando hay sol se puede notar cierta oscuridad, y eso es muy apegado a la descripción de Transilvania dentro de la novela y otras cintas clásicas de este personaje, que describen esa región como un lugar frío y oscuro.
Claro que la cinta tiene sus problemas. Por ejemplo, toda la rivalidad entre el Sultán Mehmed (Dominic Cooper) y Vlad nunca se explota, por lo que no se conocen tan bien las intenciones del Turco de hacer sufrir a nuestro vampiro favorito más que para molestarlo. A lo mejor si hacían un poco más extensa la duración de la película hubieran podido enfatizar más en esto y así lograr a un mejor villano, que curiosamente en esta cinta no es el mismísimo Drácula.
Cabe mencionar que el corte de cabello de Dominic Cooper en esta cinta es bastante moderno para la época, ¿no creen?
En resumen, se queda un poco corta en duración, mal desarrollo de personaje en algunos casos, pero muy buena actuación del protagonista, buena acción y tiene su pizca de terror que no puede faltar en una película de Drácula.
Les recomiendo que vayan a verla para que me comenten qué les pareció y si les gustó esta reseña no duden en compartirla y seguirme en redes sociales para que vean cada vez que subo una nueva.
